Últimamente en cada encuentro social, las personas con las que comparto tienen un Blackberry e interrumpen la conversación frecuentemente para atender el “ring” de sus teléfonos. Y si miro a mí alrededor en muchas mesas está presente el mismo cuadro que en la mía: la gente casi ni interactúa, inmersos en sus “BB”.Para l@s que no lo saben, el Blackberry, como parte de la nueva oleada tecnológica fue diseñada para ejecutivos y abogados, y sin embargo ha impactado el mercado de la telefonía celular en Venezuela, convirtiéndose en un objeto de consumo casi masivo. Según información extraída de un artículo publicado en el diario digital “elmundo.es”: "El 70% de los Blackberrys que vendemos en Latinoamérica es en Venezuela", comenta Douglas Ochoa, director de comunicación y desarrollo social de Telefónica en Caracas.
"Sólo las ventas anuales de este aparato en el mercado venezolano duplican a las de Brasil y México, juntos", agrega. Y son 27 millones de venezolanos frente a 191 millones de brasileños y 100 millones de mexicanos.
El artículo continúa describiendo al consumidor venezolano como “con mucha hambre de tecnología, muy dados a la compra de televisiones de plasma y lanzamientos último modelo", señala.
Al contrario como ocurre en el mercado internacional, donde los Blackberrys son acogidos por las empresas para sus trabajadores, en Venezuela el 65% de los 500.000 usuarios de Blackberrys son particulares y sorprende la existencia de un notable porcentaje de consumidores de estos aparatos pertenecientes a estratos socioeconómicos bajos, considerando el alto costo de los mismos.
Todo esto me hace cuestionarme las necesidades comunicativas de las y los venezolanos y las necesidades tecnológicas que los impulsa a gastar grandes cantidades de dinero en estos celulares, por lo que generé esta pequeña encuesta en la que me gustaría que participaras.
