miércoles, 28 de marzo de 2012

DEJANDO EL MIEDO ATRÁS

Jackeline Villafranca, de 29 años de edad y madre de dos niños, se describía como una mujer sin vida social, que vivía el día a día y estaba enfrascada en la rutina, antes de comenzar a realizar los cursos que brinda Aliadas en Cadena A.C.

Esta joven mujer sufre de discapacidad motora, lo cual contribuye a que desconfíe de sus capacidades, a tener miedo de ser discriminada al momento de solicitar empleo y a llevar una vida sedentaria sin felicidad.

Al convertirse en miembro de Aliadas, ella comenta que obtuvo todas las herramientas que necesitaba para mejorar su vida personal y laboral. También, considera que aprendió a tener confianza en sí misma logrando un alto grado de autoestima.

La inseguridad y la sobreprotección que tenía por parte de su madre y pareja debido a su discapacidad, la cohibieron y no le permitieron adentrarse en el campo laboral. Esto la llevó a vivir el día a día sin adquirir experiencia en ningún área profesional.

Villafranca, es bachiller y decidió retomar los estudios porque se percató que el tiempo estaba pasando y que no estaba haciendo nada productivo por su vida. Ella comenta que siempre estaba en su casa viendo las cuatro paredes y reconoce que formarse académicamente es muy importante porque ayuda a optar por mejores empleos.

“Llegué al lugar indicado que es Aliadas donde me enseñaron y me dieron las herramientas para poder defenderme en el campo laboral”, comenta Villafranca. El llevar una vida sedentaria y rutinaria, la motivó a dar un cambio a través de la educación y el trabajo.

Trabajo y economía

Antes de llegar a Aliadas, Jackeline no trabajaba porque pensaba que nadie la aceptaría por su discapacidad motora y por esto obtendría un no como respuesta ante la solicitud de empleo. Esto generaba que ella no pudiera colaborar con los gastos de la casa y por lo tanto no podía ahorrar ni adquirir los bienes que deseaba.

Al tener la oportunidad de realizar pasantías como requisito para culminar la Escuela Taller, pudo abrir los ojos ante un mundo que no era como ella se lo imaginaba, donde existe una defensa por los derechos humanos y donde hay cada vez más espacios para todas las personas. Además se dio cuenta que tiene habilidades que pueden explotar su desempeño en el contexto laboral.

“Significó mucho porque me sentí útil y realizada ya que pensé que, en verdad, no iba a aprender a hacer nada por mi misma” comenta Villafranca ante su experiencia en las prácticas profesionales.

Trabajó como seguridad en un mercal, y aspira conseguir un empleo que le apasione, ahora sabe que se necesita esfuerzo y trabajo para poder ganarse la vida. Además, lo más importante es que perdió el miedo… “ya no le tengo miedo a los ratones ni a nadie”.

Entre la tecnología y el internet

Desde que Villafranca ingresó a Aliadas, decidió abrirse una cuenta en Facebook porque sus compañeras la incentivaron a hacerlo. De esta manera podían comunicarse y compartir fotos del curso.

A pesar de que solo se conecta 1 vez a la semana, ha encontrado en las páginas webs muchas informaciones de interés, sobre todo para ayudar a sus hijos. También, ha podido comunicarse con amistades con las que había perdido contacto.

Aliadas brinda oportunidades

Jackeline Villafranca invita a todas las mujeres a visitar las sedes de Aliadas en cadena A.C., porque brindan apoyo y herramientas para mejorar la calidad de vida de las personas contribuyendo al progreso de la sociedad.

“El equipo de Aliadas en cadena no solo brinda ayuda en todo lo profesional, también te brinda una mano amiga cuando lo necesitas, y para la muestra… un botón, ya que pensé que era una persona que sin oportunidades, y Aliadas me ayudó a ver la vida de otra manera y a hacerme entender que yo si puedo, y que igual que yo, ellas también pueden.

¡Las limitaciones no existen y tú eres el límite para seguir adelante!”.

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